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Podemos definir el juego como una Actividad donde dos o más personas compiten en base a unas reglas y que se realiza generalmente para divertirse o entretenerse ejercitando alguna capacidad o destreza.

 

Gracias al juego establecemos una forma de interacción que dependerá de las normas que se establezcan previamente. Esas mismas normas pueden ser dependientes del número de participantes.

 

Podemos definir comunicación como el acto de transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.  La posibilidad de poder establecer un canal común nos permite transmitir sentimientos, emociones, necesidades,… Nos permite participar en la vida.

 

Comunicación y Juego comparten ciertas similitudes. Ambos presentan un conjunto de normas o código común que permite una interacción entre dos o más personas para establecer un fin común. Ambos procesos están bastante abiertos a diferentes situaciones y dependen de los interlocutores.

Cuando jugamos nos estamos comunicando. No queda claro si cuando nos comunicamos estamos jugando.

 

El juego tiene un lugar muy definido en nuestra historia personal. Mediante el juego comenzamos a tomar contacto con el mundo, con los objetos y personas que nos rodean. El juego nos permite comenzar a establecer ese sistema de normas que, más tarde, comenzará a convertirse en comunicación (el juego es comunicación).

A medida que vamos creciendo, el juego sigue formando parte de nuestras vidas. Adaptamos nuestros logros cognitivos y desarrollo a ese juego. Nuestro juego cambia a medida que cambia nuestra cognición.

Incluso, cuando somos más adultos, el juego sigue formando una parte importante de nuestra vida. El juego nos continúa llevando a una interacción continua con el entorno.

 

Cuando éramos niños el mejor juguete que teníamos eran nuestros padres. Cuando vamos siendo mayores la gente que nos rodea sigue formando parte de ese enorme juego llamado comunicación, con una reglas que vamos modificando dentro de un código enorme que va a más allá del propio lenguaje.

 

No debemos olvidar que cuando somos adultos no dejamos de jugar. Y no debemos dejar de hacerlo.

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La afasia es una alteración del lenguaje oral y/o escrito, tanto a nivel comprensivo como expresivo que supone una grave restricción de comunicación en la persona que la sufre.

De acuerdo con la Asociación Nacional de la Afasia, actualmente hay alrededor de un millón de personas en los Estados Unidos que tienen afasia y casi 180,000 casos nuevos cada año. En España no existe un mejor panorama.  El ictus genera en España de 120.000 a 130.000 nuevos casos al año. Existe una  incidencia entre el 21 y el 38% sólo de Afasias por ACV.

Es extraño que una patología tan presente suponga tanto desconocimiento en la sociedad.

 

Juego, comunicación y afasia están relacionados. La NAA recomienda el uso de elementos lúdicos para fomentar la comunicación en el entorno de la persona. En este enlace podéis encontrar alguna de las recomendaciones (https://www.aphasia.org/stories/word-games-aphasia/).

 

Mediante el uso de elemento lúdicos en la terapia de la afasia podemos favorecer el uso de la conversación. A través de la conversación podemos favorecer la creación de diversos mensajes con contenido, así como incrementar el grado de motivación por hablar. Los beneficios de la implementación de la terapia de conversación en nuestras prácticas en el tratamiento y abordaje de la afasia están arrojando datos cada vez más optimistas en cuanto a su uso. 

 

En este blog, os mostramos una propuesta de juego, basado en aspectos de la vida diaria:  Ahora qué hago. Juego enfocado a potenciar la Terapia de Conversación en el entorno.

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